Felices Pascuas de Resurrección

Felices Pascuas de Resurrección

domingo, 6 de abril de 2014

CICLO A – TIEMPO DE CUARESMA – DOMINGO V (P. José María Doménech SDB)

Jesús es la Resurrección y la Vida. Quien cree en Él siente que su Espíritu le lleva a tratar de ayudar a los demás para que vivan mejor en todo sentido
Ez. 37, 12-14:               Así habla el Señor: «Yo abriré las tumbas de Uds., los haré salir de ellas y los haré volver, pueblo mío, a la tierra de Israel. Y... Uds., mi pueblo, sabrán que Yo soy el Señor. Yo pondré mi espíritu en Uds., y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.»
Sal. 1291-8:      En el Señor se encuentra la Misericordia
Rm. 8, 8-11:   Los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios. Pero Uds. no están animados por la carne, sino por el Espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en Uds. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo. Pero si Cristo vive en Uds., aunque el cuerpo esté sometido a la muerte a causa del pecado, el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en Uds.,... también dará vida a sus cuerpos mortales...
Jn. 11, 1-45:   Había un hombre enfermo, Lázaro de Betania, del pueblo de María y de su hermana Marta... Las hermanas de Lázaro mandaron a decir a Jesús: «Señor, el que tú amas está enfermo» ...Jesús dijo: «Esta enfermedad no es mortal; es para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.» Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro. Sin embargo... se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después dijo a sus discípulos: «Volvamos a Judea.»... Al enterarse Marta de que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto; pero yo sé que, aún ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas.» Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.» Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.» Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» Ella respondió: «Sí, Señor, creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo.» Dicho esto, se fue y llamó a su hermana María diciéndole: «El Maestro está aquí y te llama.» Ella se levantó rápidamente y fue donde estaba Él... Jesús, conmovido..., preguntó: «¿Dónde lo han puesto?» Le respondieron: «Ven, Señor, y lo verás.» Y Jesús lloró... llegó al sepulcro... y dijo: «Quiten la piedra.» Marta... le replicó: «¡Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto!» Jesús le dijo: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» Entonces quitaron la piedra y Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, te doy gracias porque me escuchaste. Yo sé que siempre me escuchas, pero lo digo por quienes me rodean, para que crean que Tú me has enviado.» Dicho esto, gritó fuerte: «¡Lázaro, ven afuera!» El muerto salió con pies y manos atadas con vendas y el rostro envuelto en un sudario. Jesús dijo: «Desátenlo para que camine.» Al ver lo que hizo Jesús, muchos... creyeron en Él...
Lo más importante en la vida es vivir a plenitud, pero eso supone dar vida y llevarla a madurar en paz y feliz hacia la eternidad. Lo demás es prolongar el dolor del morir biológico, que nadie logra evitar.
Dios nos creo para que vivamos como Él: felices para siempre; por eso deseamos ¡ser y vivir felices!
Jesús es la Resurrección y la Vida. Y nos pide que le creamos en serio; pues, de no hacerlo, no nos fiaremos de Él y buscaremos –hallándolos– solo ‘curanderos’, científicos o no, que no pueden evitar que nos llegue, y aplaste, la muerte. Solo Jesús logra evitar que la muerte física sea ‘nuestra muerte’
¡¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?! ¿Es necesario ser más claro? Ya los profetas lo ha­bían anunciado abiertamente. Dios siempre vive defendiendo la vida de toda persona humana, sobre todo la de la más frágil, débil e indefensa. Es tarea que Él confía a sus hijos y a las autoridades que el representan.
Quien no defiende así la vida humana, muestra una degradación ‘infra-animal’ en la que se perjudica a cualquier persona y sociedad; éstas, para llegar a ello, necesitan estar sumamente enajenadas y engañadas.
Dios ofrece a todos una vida cada día mejor, pero es necesario aprender a escucharle más cada día.
Dios promete renovar nuestra vida y nuestra sociedad con su Palabra llena del Espíritu de la Vida plena
El pueblo, destruido por su pecado, está en el exilio y no ve futuro; el profeta le llama a la esperanza.
Dios los resucitará con su Palabra de Vida nueva; con su Espíritu los hará vivir con nueva plenitud.
Es indispensable que busquemos que toda nuestra vida sea guiada y alentada por el Espíritu de Jesús
La carne, en el apóstol Pablo, es el hombre en su totalidad, pero cerrado en sí mismo y en su pecado.
El Espíritu de Cristo llena al hombre por su Fe en el Señor y le lleva por vías de Vida nueva y plena.
La persona humana, de por sí, es un ser mortal, pero vive, por la Fe, ya desde ahora, la Vida de Dios.
La resurrección de Lázaro nos habla del presente y del futuro de nuestra humanidad: solo Jesús es vida.
El Hijo de Dios fue enviado por el Padre a encarnarse para que nos pudiera dar vida y en abundancia.
El don de su propia vida en la cruz fue el camino utilizado para darnos la Vida que necesitamos.
Jesús es la Resurrección y la Vida, pero hay que creer en Él. Resucitar a Lázaro condena a Jesús.

Pidamos a María que nuestra Fe en Cristo nos lleve a ser, cada día mejor, dadores de Vida como Él