Felices Pascuas de Resurrección

Felices Pascuas de Resurrección

domingo, 26 de enero de 2014

Una oración especial por la paz y fraternidad entre los pueblos.

Lima, ene. 24 (ANDINA). Las conferencias episcopales de Perú y Chile pidieron hoy que el próximo fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre el diferendo marítimo sea una gran oportunidad para fortalecer la convivencia fraterna y profundizar las relaciones de cooperación entre ambos países.
ANDINA/Melina Mejía
ANDINA/Melina Mejía

"Con una mirada esperanzadora hagamos de este momento una gran oportunidad", señala el pronunciamiento. 

Al destacar las declaraciones de las autoridades y los distintos sectores de cada país, respecto a la próxima sentencia del citado tribunal, expresaron su confianza en que "se mantenga un clima de respeto y serenidad". 

"Esperamos que la determinación  de la Corte Internacional de Justicia de la Haya sea asumida por ambas partes. Confiamos en que la convivencia fraterna, tarea de todos y de siempre, se vea fortalecida y consolidada entre nuestros dos países", señala el documento.

El lunes 27, la corte de La Haya emitirá su veredicto sobre el diferendo en el que Perú pide que se defina el límite marítimo y Chile alega que el tema ya fue zanjado por los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954.

Los obispos peruanos y chilenos abogaron también por avanzar hacia una decidida integración y recordaron la declaración conjunta emitida en julio pasado, en la que destacaron que las relaciones "solo podrán seguir ampliándose y mejorando en la realización de nuestra identidad común”.

Resaltaron los innumerables aspectos que unen y seguirán uniendo a ambos pueblos a lo largo de la historia, y señalaron que eso está más allá de las delimitaciones territoriales y la jurisdicción de los Estados.

Por último, invitaron a las comunidades católicas de ambas naciones a elevar una oración especial por la paz y fraternidad entre los pueblos. 

(FIN) GCO/GCO
GRM

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO III

Este domingo el Señor nos enseña a dar en nuestro interior un nuevo paso de madurez cristiana: ¡seguirle en serio! ¿Quiénes somos respecto a Él y en relación a nuestros hermanos?
La vida no se detiene, los avatares políticos siguen los rumbos que los hombres les imprimen y los derroteros que ellos emprenden con sus decisiones: Juan es arrestado y Jesús se retira de su ejercicio preliminar y empieza un camino nuevo. Se va a la orilla del lago y comienza a proclamar una verdad hasta ahora no dicha: ¡El Reino de Dios está cerca! ¿Qué quiere decir? Los hechos aclaran un poco, las palabras son contundentes: ¡¡¡Conviértanse!!! No hay tiempo que perder. ¡Ya el bautista lo había anticipado! Pero Jesús no se detiene en un lugar, es itinerante, va de pueblo en pueblo, cura, libera, habla claro y seguro, con autoridad, atrae, pero no se deja atrapar por nada. Llama y no espera a que nos decidamos, Él sigue adelante, te toca a ti decidir ya, no desprecia ninguna oportunidad, pero no retrasa su paso: ¡solo se debe a una persona y es a ella a la que hace constantemente referencia: su Padre, el que lo envió! Así es Luz para todo el mundo.
“¡Vengan, los haré pescadores de hombres!” La invitación es precisa y deberemos aprender, como lo hicieron los primeros. Solo se aprende siguiendo al Maestro: ¡no hay otro modo, sólo Él es Él!
Dios también nos llama a cada uno de nosotros a través de su Hijo Jesucristo. María es nuestra Madre auxiliadora y Maestra como lo fue para nuestro padre, Don Bosco. Nos toca ser discípulos y dóciles oyentes del Maestro como la Maestra. Don Bosco nos enseña ¡Su fiesta nos anime!
Unidos en oración con María, nuestra Madre y don Bosco, nuestro padre y patrono:


P. José Mª Domènech SDB 

Cristo, Luz de Vida Nueva, viene a nosotros y nos llama a vivir en Él y compartirlo; eso pide conversión: ser solo de Él, sin otros intereses que los suyos.
Is. 8, 23b-9, 3:               En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y... de Neftalí, pero en el futuro llenará de gloria la ruta del mar..., el distrito de los paganos. El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz... Tú has multiplicado la alegría..., ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha... Porque el yugo que pesaba sobre él... lo has destrozado como el día de Madián.
Salmo 261.4.13-14:            El Señor es mi luz y mi salvación
1Cor. 1, 10-14.16-17:  En nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de acuerdo: no haya divisiones entre Uds. y vivan en perfecta armonía, teniendo una misma manera de pensar y sentir... Me refiero a que cada uno afirma: «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo» ¿Acaso Cristo está dividido? ¿O es que Pablo fue crucificado por Uds.? ¿O será que Uds. fueron bautizados en el nombre de Pablo?... Porque Cristo no me envió a bautizar, sino a anunciar la Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana, para que la Cruz de Cristo no pierda su eficacia.
Mt. 4, 12-23:                 Cuando Jesús se enteró de que Juan Bautista había sido arrestado, se retiró de Galilea. Y... se estableció en Cafarnaúm, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:... A partir de ese momento Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse por que el Reino de los Cielos está cerca.» Mientras caminaba a orillas del Mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a... Andrés, que echaban las redes al mar, porque eran pescadores. ...les dijo: «Síganme, yo los haré pescadores de hombres.» Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago,..., y a... Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente ellos dejaron la barca y su padre, y lo siguieron. Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas..., proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
¿En qué tinieblas nos encontramos, qué tinieblas nos amenazan? Por un lado, nuestro mundo está sumamente desconcertado; muchos ‘ídolos’ nos rodean: el ‘ansia’, de cosas, de poder –pequeño o grande–, de placer, de prestigio, satisfacciones que no acabamos de dejar. Por otro, la crisis de identidad y de misión que muchos creyentes vivimos: ¿Qué somos en medio de tantas religiones? ¿Qué tenemos que hacer en esta sociedad? ¿Vale la pena arriesgar la propia tranquilidad por mantenerse fiel a una Fe que pide vida de testimonio público y claro, cuando casi ni nuestros hijos la valoran y menos gran parte de nuestros amigos?
¡El pueblo que camina en tinieblas ha visto una gran luz! ¿El Señor es mi Luz y mi Salvación?
¡Es la vida concreta la que debe hablar claro y alto, no tanto las palabras, que se las lleva el viento! Nuestras Comunidades y nuestras familias, ¿viven en la Luz de Cristo y como reflejo de ella? ¿Al menos lo hacemos nosotros en ellas?
No olvidemos que nuestro mundo lo formamos nosotros; no es una realidad que ‘sufrimos’. ¿Qué marca dejamos en él? Cristo Jesús nos ha llamadotambién a nosotros– para que seamos pescadores de hombres.
En nuestros ambientes, ¿“armamos lío” –como dice el Papa– siendo coherentes a nuestra Fe? ¿Se nota que somos cristianos? O somos “normales”: somos como todos, hablamos como todos, pensamos como todos, sentimos como todos, tenemos los mismos intereses y criterios, es decir, no ‘incomodamos’ a nadie.

La Luz, Cristo, rasga también hoy las tinieblas, nos saca de la esclavitud, como en otro tiempo a Israel.

Con el destierro, los paganos tomaron las tierras de Israel, sobre todo las del norte y no salieron más.
Los israelitas, al volver, aprendieron a convivir con ellos y ‘se adaptaron’: allí empezó Jesús a predicar.

Es la Comunidad cristiana es la que testifica, con su actitudes, que Cristo la va transformando a fondo.

La Comunidad de Corinto da mal testimonio: busca prestigio; ¡eso no cristiano: separa, divide, mata!
Dios no se cansa y confía en todos, pero no suple nuestra responsabilidad. Por eso Pablo debe hablar.
La verdad afrontada desde la Palabra y la oración les ayudará a dejar que Cristo sea el único centro.

Jesús nos pide, personalmente, llamar a todos al Reino, desde los más necesitados –nadie excluido–.

La predicación de Jesús comienza en la peor zona de Israel; no desea que nadie pierda la posibilidad.
El Reino –Él– está cerca: ¡Conviértanse! ¡Nos toca a todos centrarnos en Él: dejar lo que nos separe!
Llamados por Él, para anunciar con Él. Es nuestra misión como bautizados, como los apóstoles.
Pidamos a María fiarnos de la gran confianza de Dios en nosotros: es su obra, ¡dejémosle en libertad!

jueves, 23 de enero de 2014

San Francisco de Sales fue un santo y obispo de Ginebra. Tiene el título de Doctor de la Iglesia, es titular y patrono de la Familia Salesiana y también patrono de los escritores y periodistas. Su fiesta se celebra  el 24 de Enero.

domingo, 19 de enero de 2014

Paz y bien para nuestros países hermanos de Perú y Chile


Monseñor José Espinoza M. SDB, nuevo Obispo de Loja


CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO II ( P. José María Doménech SDB)

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO – DOMINGO II
La Misión de Jesús es universal, por eso crea una Comunidad con la misma Misión: ofrecer a todos la Salvación –Justicia– que salva a todos del pecado
Is. 49, 3-6:            El Señor me dijo: «Tú eres mi Servidor, Israel, por ti yo me glorificaré.» Pero yo dije: «En vano me fatigué; para nada... he gastado mi fuerza.»... mi derecho está junto al Señor... Y ahora, habla el Señor, el que me formó desde el vientre materno para que yo sea su servidor, para hacer que Jacob vuelva a Él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. Él dice: «...Yo te destino a ser luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra.»
Salmo 39 
2.4ab.7-10: Aquí estoy, Señor, para hacer tu Voluntad.
1Cor. 1, 1-3:         Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por Voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, saludan a la Iglesia de Dios... a los que han sido salvados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, junto con todos los que en cualquier parte invocan el Nombre de Jesucristo... Señor de ellos y nuestro. Llegue a Uds. la Gracia y la Paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Jn. 1, 29-34:         Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A Él me refería cuando dije: “Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que Él fuera manifestado a Israel.”» Y Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre Él, Ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.” Yo lo he visto y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios.»
Yo lo he visto y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios”. El testimonio es directo y claro, sin lugar a dudas. Y ¿a qué vino el Hijo de Dios a nuestra historia? A bautizar “con el Espíritu Santo”. Y ¿cómo lo hará? Viviendo como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” y salva a todos llamándolos a ser Santos y dándoles la Gracia y la Paz que proceden de Dios.
En el rito antiguo los pecados se abandonaban en Dios en el sacrificio del cordero y la liberación de Egipto se había dado gracias a la sangre del cordero sacrificado; ahora en la nueva alianza que inicia Cristo Jesús con el don de su vida, Él es el único Salvador de toda la naturaleza de Adán, que Él asumió plenamente. Es el único que quita todo el pecado de todo ser humano y su historia. ¡Abrámonos!
Este domingo complementa el anterior en el que se nos presentaba la persona de Jesús: ahora se nos presenta explícitamente su misión universal. Gracias a Él de “cualquier parte”, dice Pablo, “invocan el Nombre de Jesucristo”, el Señor de todos. Invocar el Nombre de Dios es ser salvo, dirá la Escritura.
Podemos ser débiles, y lo somos: nuestro invocarlo, en muchas ocasiones, se queda casi en palabras, aunque desearíamos ser mucho más coherentes y lamentamos nuestra gran pobreza. Pero una cosa es esto y otra, muy diversa, sería invocar el Nombre de Dios y rechazarlo: eso de ningún modo, ¡nos repugna!
Jesús es el Salvador de todos y nuestra misión de Bautizados –también inundados por el Espíritu Santo– es decir, como “cuerpo de Cristo”, según la realista imagen de Pablo, y cumpliendo la Misión de nuestra Cabeza –haciéndola historia–, es llevar esta Salvación “hasta los confines de la tierra”, y de la vida, como “servidores” de Dios en Cristo Jesús. Ser cristiano, por esencia, es ser misionero siempre. No es reclutar adeptos, sino ayudar al hermano a que se encuentre con Jesús y le siga a Él como Él desea.

El servidor presentado por Isaías cumplirá su misión universal al dar su vida para vencer el pecado

La primera misión de Israel era llevar la presencia de Dios a todas partes. Dios siempre Salva a todos.
El Siervo de Dios será solo para Él y cumplirá a plenitud esta misión hasta el fin del tiempo y el espacio

La Voluntad de Dios es la salvación de todos y para eso Dios consagra a sus siervos ayer, hoy y siempre

Dios llama a todos los bautizados a que sean –cada uno de ellos– “cordero de Dios” para los hermanos. La Voluntad de Dios es que superen su pecado y acompañen al hermano en este duro camino de libertad.
En Cristo, los pastores tienen la misión de ayudar a vivir esta Misión universal a toda la Comunidad.
Si la Comunidad vive el don de su vida en Cristo Jesús, la Salvación será una oferta real para todos.

Jesús, el Hijo consagrado por el Espíritu, dando su vida, quita el pecado y salva a todos y para siempre

La imagen del “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, debe llenarnos de paz, esperanza y consuelo, nos dice el Papa: los cristianos no debemos jamás perder ni las ganas de seguir ni la alegría.
Ningún pecado o degradación nos condena, si luchamos por vivir y caminar en el Señor y su Voluntad.
El Hijo de Dios vino a quedarse, a caminar con nosotros, a orientarnos, a sanarnos: ¡ABRÁMONOS!

Pidamos a María aprender cada día a vivir la Misión salvadora de Jesús en nuestro mundo concreto.