REFLEXIÓN BIBLICA DOMINICAL Oscar Montero SDB
DOMINGO 07 DEL TIEMPO ORDINARIO
Año A 2010 – 2011
Lv 19, 1-2.17-18; 1Cor 3, 16-18; Mt 5, 38-48.
“La locura de amar como Jesús:
el secreto de la santidad cristiana”.
“Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo no hagan frente al que les hace mal…” (Mt 5, 38-39). La famosa Ley del Talión, que se practicaba en el Antiguo Testamento, no era una forma de venganza. Antes bien, era una manera de controlarla y de poner en práctica un sistema de justicia conmutativa (de individuo a individuo) y reparativa. Si me robaste 100, me tienes que devolver 100; si me afectaste en 20; me tienes que reparar en 20. Rompiendo los esquemas mentales y la lógica de su sociedad –y la de la nuestra, ¿por qué no?- Jesús nos invita a superar la justicia con la caridad. En moral social es común una frase tanto para la una como para la otra. “Justica es dar al otro lo suyo”. “Caridad es dar al otro de lo mío”. Jesús nos propone como ley el precepto del amor, obviamente, una vez que hayamos cumplido con dar a cada uno lo que en justicia se merece: sueldo, salud, alimentación, educación, respeto, etc.
No nos engañemos, en verdad “¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?” (Juan 6, 60). Así le dijeron a Jesús en el Evangelio un grupo de discípulos que lo abandonó. En los colegios ni en las universidades, y menos en la calle, se aprende esto. ¡La intolerancia y la violencia, la reacción impulsiva parecen dominar nuestros patrones de conducta! Tal vez, el mejor ejemplo de amor gratuito que supera la justicia conmutativa y reparativa sea el amor puro y oblativo de nuestros papás. Son ellos quienes no esperan nada a cambio: los que nos prestan sin esperar devolución; los que nos perdonan las más peores faltas; los que no sólo hacen lo que les pedimos; sino hasta demás… y sólo lo hacen por amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario